El nuevo índice de la UCA: duros datos de la pobreza "escondida" en Argentina

03.08.2018 19:51

Hay un elevado número de personas de muy bajos recursos que expresan un fuerte malestar psicológico. En otros casos se consideran "infelices".

También hay niños que viven en barrios marginales y que carecen de una computadora o de acceso a Internet, no saben otro idioma o simplemente no tienen libros infantiles en sus casas y jamás les leyeron un cuento.

Todas estas y otras variables más de la Argentina marginal quedaron expuestas ayer en el nuevo informe sobre la "Pobreza y desigualdad escondidas" que presentó el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).

A la largo de un un foro de especialistas argentinos y extranjeros organizado por la UCA se expusieron los datos duros de la otra cara de la pobreza en la Argentina: aquella que no se mide en índice de ingresos o viviendas precarias sino en las falencias propias de la vida cotidiana o los estragos que hace la marginalidad en la mente humana.

En el documento de la UCA se revela, por ejemplo, que el 63,9% de los pobres indigentes (34,3%) y pobres no indigentes (29,6%) presenta un malestar psicológico. Esto implica que en el último año presentaron síntomas de ansiedad y depresión con un riesgo moderado.

A la vez, el 22,8% de los pobres y pobres indigentes sostiene que siente "infelicidad" en su vida. Se trata de una percepción de la vida y que está vinculada con el espacio en que vive, según aseguran los especialistas.

En tanto, un 73,6% de aquellos argentinos que viven en la pobreza perciben un sentimiento de "afrontamiento negativo". El informe aclara que esto implica el "predominio de conductas destinadas a evadir ocasiones para pensar en la situación problemática sin realizar intentos activos por afrontar o tratar de resolver la situación".

"A merced del destino"

Y están también aquellos pobres (37,4%) que presentan un síntoma de "creencia de control externo". Esto es, que sienten que están a merced del destino y consideran que sus conductas están exteriormente dirigidas.

"Las dimensiones invisibles de la pobreza en general no son visualizadas por las políticas sociales", sostuvo Agustín Salvia, director del UCA.

Y agregó: "aún estamos muy preocupados por los ingresos de las familias, la falta de cloacas, agua potable o un hábitat digno en muchos hogares argentinos pero las dimensiones que tienen que ver con el día a día y el buen vivir de la gente o la capacidad de resolver problemas y sentirse satisfechos sin ansiedad o estrés nunca son vinculadas o articuladas con la pobreza cuando se diagraman políticas sociales".

Así, Salvia destacó que "toda la evidencia muestra que aquella que se percibe por falta de ingresos o falta de un hábitat digno generan un alto nivel de sufrimiento e impotencia o parálisis en las poblaciones pobres".

Para el director del UCA, "en la Argentina estas variables no visibles de la pobreza son muy importantes porque en cada crisis se agravan y cristalizan los problemas estructurales en poblaciones de bajos recursos. Esta situación genera problemas de insatisfacción, depresión, impotencia o la paralización de la gente que no encuentra una salida".

Fuente: Infobae

 

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Creado por Julio Torreguitart