Tercera Edad y Discapacidad busca darle un nuevo enfoque a sus cursos de panificación

Esta área municipal, bajo la órbita de Acción Social de la comuna pringlense, viene realizando un intenso trabajo brindando herramientas y conocimientos a quienes asisten a las propuestas que la misma ofrece con el objetivo de la integración y la inclusión.

Desde su puesta en marcha, el área de Tercera Edad y Discapacidad de la Municipalidad de Coronel Pringles tuvo como objetivo principal que las personas que se acercaran al área encontraran en ella un lugar de realización y valoración personal, como cualquier ser humano.

 La formación de distintos grupos, cada uno con una particularidad distinta en lo referente a discapacidad, demostró que el objetivo era posible, integrando, primeramente, a cada uno de estos grupos en diferentes actividades o proyectos.

Uno de estos, y con muy buenos resultados, es el Curso de Panificación en sus dos niveles, que de la mano de su instructor Juan Carlos Yañez y la colaboración de Paola Smith del área de Tercera Edad, “han proyectado para este año 2014, ampliar la mirada del curso, donde más allá de aprender cómo hacer una masa, era necesario enseñarles también de donde proviene la harina y su proceso de elaboración”, nos decía Daniel González Lara, Coordinador de Tercera Edad y Discapacidad.  

Bajo este concepto y como primera actividad, “desde el área se organizó una vista al Molino Harinero local de la que participaron los asistentes al curso de panificación y referentes de Tercera Edad y Discapacidad”, comentó González Lara.

Recordemos que este molino se encuentra ubicado en el Sector Industrial Planificado de la Municipalidad de Coronel Pringles.

“Allí –prosiguió el funcionario municipal- fuimos recibidos por el encargado del mismo, el señor Juan Ciraudo quién puso a disposición nuestra a Daniel Almada y Néstor Molina, quienes oficiaron de guías durante todo el recorrido por las instalaciones del molino. Fue una actividad muy dinámica y la vivimos con mucha alegría. Nos llamó también la atención que Pringles cuente con un molino como el que tenemos, donde trabajan 25 personas; y que, quizás, desconocemos que el paquete de harina que usamos en nuestra casa proviene de ese lugar”.  

Además de conocer las instalaciones y el funcionamiento de las máquinas, la visita fue de mucha utilidad ya que “nos enseñaron como trabajar con el gluten, cómo se trabaja con el trigo humedecido y como se sacan los diferentes tipos de harina. Con esto buscamos que quienes asisten al curso de panificación tengan estos conocimientos. También vamos a visitar una panadería para que tengan una dimensión real de cómo se trabaja, esto lo haremos más a fin de año, para eso necesitamos que los chicos amplíen sus conocimientos”, explicó Daniel González Lara, haciendo hincapié en que “a veces pensamos que la discapacidad les impide que tengan un visión más real de la situación y no porque tengan una discapacidad hay que enseñarles lo básico, ellos pueden ampliar más conocimientos apoyados con materiales audio-visuales, visitando industrias, entre otras cosas más. Si hablamos de una verdadera inclusión social tenemos que brindarles las herramientas y conocimientos asimilables a sus capacidades para que puedan ingresar, a futuro, al campo laboral como cualquier persona”, concluyó.