La sequía está incrementando la tasa de extracción de novillos; es decir, la cantidad de cabezas que se faenan sobre el stock.
El pasto otoño-invierno está comprometido en algunas regiones a causa de distintas contingencias climáticas, lo que provoca incertidumbre forrajera y aumento de la faena en el sector ganadero. Así lo indican datos relevados por el Sistema de Seguimiento Forrajero Satelital de CREA-FAUBA (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola y Facultad de Agronomía de la UBA).
"Como consecuencia de estas condiciones forrajeras se ha provocado un incremento de la faena impulsada tanto por una mayor faena de machos como de hembras", sostuvo el reporte de CREA.
Expresó que "por parte de los machos, la sequía está incrementando la tasa de extracción de novillos, es decir, la cantidad de cabezas que se faenan sobre el stock. Una de las causas es que la falta de pasto condiciona a los sistemas a una mayor participación de grano en la dieta, tanto en la recría como el engorde", afirmó la evaluación.
También sostuvo que "el impacto de dietas más energéticas lleva a una aceleración de los tiempos de producción y esto a un incremento de la tasa de extracción. Desde 2003 a la actualidad, por diversos factores, la mencionada tasa pasó de 70% a 104%; puntualmente en 2017 se faenaron mayor cantidad de terneros que los destetados", se dijo.
CREA advirtió que "de continuar esta tendencia en la faena y sumando los efectos de la sequía, se proyecta para 2018 una tasa de extracción de machos mayor, lo que impulsaría una caída en el stock de novillos en 2019, condicionando la oferta de carne futura".
"El aumento de la tasa de faena impulsada por la caída en la productividad forrajera consecuencia de la fuerte sequía y dadas las condiciones estructurales actuales de la ganadería argentina, se espera un cambio de fase dentro del ciclo ganadero. Lo difícil y hasta el momento poco factible, es predecir en qué momento se va a dar", precisó.
Creado por Julio Torreguitart