Casi tres semanas después de anunciar que los precios de los combustibles estarían congelados durante dos meses, la realidad económica obligó al Gobierno a dar marcha atrás y a acordar con las petroleras un nuevo aumento en los surtidores.
Según anunció ayer el Ministerio de Energía y Minería, a partir de hoy los precios finales de las naftas y el gasoil aumentarán 4,5% y 5%, respectivamente, en todo el país. El incremento incluye el traslado a precios del aumento del impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono del 6,7% dispuesto por la Administración Federal de Ingreso Públicos (AFIP) a partir del día de ayer.
Adicionalmente se dispondrá de un aumento de hasta 3% para todas las naftas y gasoil comercializadas en el país que se aplicará a partir de julio.
este esfuerzo limitando los precios de la compraventa de su producción en el mercado interno durante mayo, junio y julio del corriente año. Dicha limitación será motivo de un acuerdo a suscribir entre las partes", expresó el Ministerio de Energía en un comunicado.
La cartera que conduce Juan José Aranguren comunicó anoche que "como consecuencia de las negociaciones encaradas con los productores y refinadores de petróleo crudo y comercializadores de naftas y gasoil en el país, para morigerar el impacto en los precios finales de estos combustibles del incremento de costos de la industria, particularmente el precio del crudo de referencia internacional Brent, la tasa de cambio y el costo de los biocombustibles, adicionalmente a la suspensión ya implementada de los aumentos de precios durante mayo, se limitará el traslado a precios de los mismos durante los meses de junio y julio del corriente año".
Anoche, Shell envió un comunicado con sus nuevos precios. De esta forma, la nafta super pasó de $25,79 a $27,08; la nafta premium, de $29,98 a $31,48; el diésel, de $22,56 a $23,58, y el diésel premium, de $26,47 a $27,66.
El Acuerdo de Estabilidad de Precios con Cuenta Compensatoria firmado el 8 de mayo pasado con las empresas YPF SA, Shell Capsa y Pan American Energy LLC Sucursal Argentina (y toda otra empresa que haya adherido o adhiera) fue reformulado teniendo en cuenta los términos pactados en el día de ayer. El Ministerio de Energía anticipó que "en los próximos dos meses continuaremos monitoreando la evolución del mercado para evaluar la continuidad de este acuerdo, su eventual modificación y/o efectuar las compensaciones que el mismo requiera".
El petróleo se paga en pesos, pero toma como referencia el tipo de cambio, por lo tanto, cada vez que hay una devaluación las petroleras tienen que desembolsar más pesos para comprar el petróleo que necesitan. Del precio de las naftas, el 80% se explica por el costo del crudo que aumentó su valor a nivel internacional, debido a la inquietud que generó en los mercados los potenciales efectos de las sanciones de Estados Unidos sobreIrán , y porque los países exportadores llevan 17 meses aplicando un estricto plan de recorte del suministro.
A las causas externas se suma en la Argentina la fuerte devaluación del peso de más del 20% en el último mes. Todos estos efectos se combinaron para desbaratar los planes oficiales del congelamiento de precios.
En agosto pasado, el Gobierno había anunciado la liberalización del mercado de combustibles a partir de 2018, por primera vez en 16 años. Tres meses después se decidió adelantar la liberación del precio a merced del mercado, cuando la brecha entre el precio internacional y el crudo local se redujo de US$25 a US$4 por barril.
La reducción paulatina de esa brecha implicó la eliminación progresiva del barril criollo, que contempló un precio sostén interno reconocido a las productoras locales para evitar un desplome de la inversión. Lo que nadie pudo predecir es que, meses después, el precio internacional del barril iba a subir tanto, tan de golpe.
Un sector con marchas y contramarchas
El año pasado, el Gobierno anunció que los precios de las naftas y el gasoil se moverían en línea con la cotización internacional del petróleo, por primera vez en 16 años.
Si bien la medida comenzó a regir en octubre pasado, la reciente devaluación del peso obligó al Gobierno a buscar un acuerdo con las petroleras para congelar la suba del precio por 60 días y amortiguar los efectos.
Sin embargo, dado que el valor internacional del barril siguió subiendo, y con el aumento del impuesto a los combustibles, el acuerdo se volvió insostenible.
La Nacion.
Creado por Julio Torreguitart