Desde el Club Atlético Divisorio solicitaron a la Liga de Fútbol local modificar una de las reglas del certamen para poder incluir a este niño de 10 años con Condición del Espectro Autista.
El pequeño futbolista está en las formativas desde hace un mes y medio cuando retomó la actividad que había dejado en pandemia.
Con su reincorporación y ante algunas situaciones que se dieron en ocasión de jugarse el primer partido del campeonato, los profesores de escuelita del club, Leonardo Molina y Magali Orquín, notaron que iba a ser muy complicado cumplir con uno de los puntos del reglamento si querían respetar los tiempos de Agustín, específicamente, el que marca que se deben realizar todas las variantes con los jugadores antes de los últimos diez minutos de juego.
“Cuando estás en partido oficial con planilla los cambios tenés que hacerlos sí o sí. Entonces hablamos con el árbitro y el técnico del otro equipo para que nos dieran la posibilidad de flexibilizar el reglamento en el punto en que especifica que los cambios deben hacerse antes de los 10 minutos finales. Porque él -por Agus- no se sabe si puede aguantar esos diez minutos y tal vez quiera salir”, dijo Magalí Orquín.
La solicitud fue avalada por los restantes clubes que componen la liga.
“El día que jugó estaba enfocado en lo que estaba haciendo, pero a veces no pasa así. Hay veces que lo ponemos y quizá salga de la cancha o puede llegar a pasar que quiera entrar en el primer tiempo, jugar un rato y salir, para volver a entrar en el segundo tiempo. Eso es lo que pedimos, flexibilidad en ese sentido y que respetemos sus tiempos”, agregó.
Agus va a cumplir 10 años, su familia siempre estuvo en el club y los padres son parte de la comisión. Más allá de eso, desde el club no les habían comentado que iban a presentar el petitorio.
“Fue una sorpresa para ellos también. Lo hablamos con Leo de hacer la nota y presentarla para que el resto de los clubes lo puedan entender. No le dijimos a los padres porque Agus está integrado al grupo, incluso el profe no utiliza el silbato en los entrenamientos. Todos saben que deben escucharlo aunque no use el silbato. El cuidado sale solo de ellos, de sus compañeros, que lo cuidan siempre”, remarcó.
La mamá y el papá de Agustín agradecieron el gesto, y marcaron además la importancia que tiene para su hijo que el resto de sus compañeros lo reciban con un ¡Hola Agus!, que en otros ámbitos no le sucede.
“Que lo dejen entrar con las medias bajas porque no aguanta el elástico, que puedan comprender sus tiempos, pero sobre todo escuchar que lo saludan, eso es lo mejor que le puede pasar a él y a nosotros como familia”, expresaron.
"Me alegra compartir esta noticia porque pensamos que va a servir como ejemplo para otros clubes de que siempre se puede. Todos somos diferentes y siempre se puede", dijo la mamá, Celeste Di Crocce.
Celeste se mostró muy emocionada por lo que sucedió porque no abundan los gestos de tanta calidez y contemplación hacia la condición de Agus, quien a pesar de tener muchas fortalezas, como el diálogo y la capacidad de comunicación, tiene debilidades sociales, sensoriales y perceptivas.
"Agus juega a su manera, a veces está conectado y otras no. Sus compañeros lo ayudan a ponerse la camiseta", comentó.
El día del partido debía pasar por un túnel desde el vestuario hasta la cancha y esa situación le dio nerviosismo porque era un lugar que desconocía y, en su caso, lo aconsejable es manejarse con rutinas y anticipaciones.
Una anécdota que nos habla de quién es Agustín: mientras estaba en la cancha la pelota le rozó el brazo y se acercó al árbitro para avisarle lo que había pasado por si tenía que cobrar algo.
"Es algo característico en él: toma todo literal; y la sinceridad ante todo. Tiene esas particularidades. Quienes ya lo conocemos lo entendemos pero resulta extraño para algunas personas su modo de ser tan inocente, honesto y espontáneo", dijo su mamá.
"Alentamos que las instituciones tomen este ejemplo que no siempre se da", dijo.
En la escuela, en los recreos, el mejor aliado de Agustín son las historietas de Gaturro. Es fanático. Las lee solo debajo de un árbol. Es una característica de su condición que puede adquirir mejor el conocimiento a través de la imagen y recuerda mucho lo que lee y puede memorizar los chistes.
No para de leer a NIK y reír con los ocurrentes chistes y dibujos.
Situaciones como esta son una gran oportunidad para fomentar la sociabilidad y amistad con sus compañeros. Desde los dibujos Agus puede compartir el mundo y aportar otra mirada muy enriquecedora si se entiende a la diversidad como ese espacio para abrir una puerta hacia el amor, la comprensión, la tolerancia y tantas otras virtudes.
"Lo que sucedió con el club nos llenó de alegría porque Agus no solo participa de los entrenamientos sino de los partidos y respetan sus tiempos y cómo está ese día. Los entrenadores han hecho que los compañeritos entiendan la situación y lo acompañen", destacó.
"El Club Divisorio dejó de lado lo competitivo para ponerse la camiseta de la inclusión y abarcar la integración y el compañerismo. Es un gesto muy grande anteponer lo social y lo personal a lo competitivo", concluyó Celeste.(lanueva).
Creado por Julio Torreguitart