El presunto ladrón era perseguido por las víctimas y tomó un cuchillo para que no lo linchen.
Una situación tensa se produjo el mediodía del miércoles en una panadería ubicada en el Boulevard 13 al 1600, en Coronel Pringles. Un hombre ingresó al local con el rostro descubierto, vestido con bermudas, y tomó una gaseosa de la heladera.
Según publica el portal El Orden, pocos segundos después, ingresaron dos personas más que intentaron interceptarlo mientras le gritaban: “¡Me robaste!”. Ambos intentaron sujetarlo y forzarlo a salir del negocio para resolver el conflicto en la vereda.
La empleada, preocupada por la situación, les pidió que se retiraran, advirtiendo que podían romper todo y recordándoles que ella no tenía relación con el problema. Sin embargo, no logró calmarlos y quedó arrinconada detrás del mostrador. En ese momento, el primer hombre se desplazó detrás de ella y tomó un cuchillo para resguardarse de los otros dos.
Mientras intentaba defenderse de sus perseguidores, quienes repetían que devolviera lo que había robado, otro cliente entró al local. A solicitud del hombre que sostenía el cuchillo, este cliente llamó a la policía.
Cuando los agentes llegaron al lugar, acompañados por Julio, el dueño de la panadería, el acusado se negó a salir del negocio. “Yo no fui”, insistía mientras los demás lo señalaban. Uno de los hombres que lo perseguía afirmó: “Me robó unos tubulares. Lo saqué corriendo y se metió acá. Le dimos trabajo hace unos nueve meses, y nos robó. Si hago la denuncia, no me dan pelota”.
Se cuenta con un video como evidencia del incidente. Consultado al respecto, el comisario Juan Carlos Bahía informó que al acusado se le realizó una contravención, aclarando que dentro del local no cometió ningún delito ni amenazó a la empleada, quien atravesó una crisis nerviosa durante la violenta secuencia.
Creado por Julio Torreguitart