Día Nacional de Lucha contra el Grooming: qué es, cómo prevenirlo y dónde denunciarlo

13.11.2023 09:23

Hoy, 13 de noviembre, se conmemora el Día Nacional de Lucha contra el Grooming, con el fin de combatir esta práctica que afecta a los niños y jóvenes.

Cada 13 de noviembre se celebra el Día Nacional de Lucha contra el Grooming, una efeméride que tiene como objetivo concientizar a la población sobre este delito cometido contra la integridad sexual de niños, niñas y adolescentes.

El grooming es la acción deliberada de un adulto de acosar sexualmente a un niño, niña o adolescente a través del uso de Internet, comunicaciones electrónicas y telecomunicaciones. Este acoso puede llevarse a cabo mediante las redes sociales, sitios de internet y aplicaciones de mensajería como WhatsApp.

Desde 2013, esta práctica se encuentra sancionada por la Ley 26.904, que describe al grooming como un delito penal. En este sentido, la norma establece una pena de prisión de 6 meses a 4 años para los adultos que contacten a un menor de edad a través de Internet, con el propósito de cometer cualquier delito contra su integridad sexual.

Generalmente, los acosadores o groomers se contactan con la víctima a través de un perfil falso en redes sociales, aplicaciones, videojuegos multijugador u otro medio social. De esta manera, se hacen pasar por menores de edad para entablar una relación de amistad con niñas, niños o adolescentes. Tras ello, el victimario le solicita fotos o videos con contenido sexual, que luego utiliza para chantajear al joven con hacer público ese material. Bajo esta amenaza, las víctimas acceden a un encuentro personal solicitada por el groomer.

Cada 13 de noviembre se conmemora el Día Nacional de la Lucha Contra el Grooming, ya que en esta fecha se sancionó la Ley 26.904, la cual describe a esta práctica como un delito penal.

¿Cómo prevenir el grooming?

De acuerdo al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, para prevenir al grooming es aconsejable tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Comprender que las niñas, niños y adolescentes de esta generación viven en un contexto digital. Su vida está poblada de amigas y amigos virtuales que pueden ser del colegio, del barrio y de las redes sociales. Los nombres de las amigas y amigos suelen cambiar de una red a otra y por eso no siempre pueden identificarlos.
  • No prohibir que las niñas, niños o adolescentes tengan amigos virtuales. Darles herramientas para que reconozcan a sus amigas y amigos y comprendan los riesgos que tiene compartir datos personales en la web, redes sociales, plataformas de juegos, canales de stream y servicios de mensajería instantánea.
  • Dar a los niñas, niños y adolescentes herramientas para distinguir entre el mundo virtual y el mundo real, y entre los amigos y amigas que conocen personalmente y aquellos que conocen por medio de la web.
  • Reforzar que más allá de la confianza y la amistad que se haya generado, las personas desconocidas con las que se relacionan por medio de internet siguen siendo desconocidas.
  • Dar el ejemplo. Los adultos deben usar con responsabilidad sus propias redes sociales. Configurar la privacidad y evitar compartir fotos de sus hijas e hijos con el uniforme del colegio o con información que permita conocer el barrio o domicilio en forma pública. Las personas acosadoras usan esos datos para cometer ciberdelitos.
  • No compartir imágenes sin consentimiento. No facilitar información o imágenes comprometedoras por medios electrónicos porque es difícil borrar el material que circula en internet.
  • No hacer videoconferencias con desconocidos. Es necesario que las niñas, niños y adolescentes comprendan que la imagen es un dato personal que debe ser cuidado y protegido. Al mostrarse por medio de una cámara se exponen frente a un desconocido que puede filmarlos o fotografiarlos y luego hacer circular esa imagen por la web o usarla para futuras extorsiones.
  • Configurar los controles parentales en televisores, cables y plataformas de contenidos. Esos controles permiten limitar contenidos y evitar que las niñas, niños y adolescentes accedan a sitios donde pueden correr riesgos. Recomendamos conversarlo de manera transparente con las niñas, niños y adolescentes sobre los controles parentales e ir generando conciencia y autonomía para cuidarse.
  • Configurar la privacidad en las redes sociales y aplicaciones. Es importante que las niñas, niños y adolescentes sepan que al abrir una cuenta en una red social cualquier persona puede ver sus publicaciones si no configuran la privacidad. Dentro de las herramientas de privacidad que tienen las redes sociales existen opciones más avanzadas: armar subgrupos entre los contactos y elegir qué información ve cada grupo, controlar las etiquetas antes de publicar contenido en el muro, bloquear un perfil, entre otros.
  • Estar presentes como personas adultas para acompañar la “vida online” de sus hijas e hijos significa conocer las páginas web que visitan, las redes sociales que usan y las personas con las que se relacionan. Acompañar las distintas etapas en el uso de internet y las redes sociales de acuerdo a los criterios y valores familiares.
  • Conocer las páginas que los menores visitan con frecuencia. Es necesario que conozcan las políticas de privacidad, reglas y características de cada sitio.
  • Respetar la privacidad de los niñas, niños y adolescentes. Por ejemplo, no ingresar a escondidas a sus cuentas o casillas de email.

La palabra grooming deriva del verbo inglés "groom", que se refiere a conductas de “acercamiento o preparación para un fin determinado”

¿Qué hacer ante un caso de grooming?

Ante un caso de grooming, la cartera de Justicia y Derechos Humanos recomienda tener en cuenta los siguientes aspectos:

Con la niña, el niño o el adolescente:

  •  Dialogar.
  • Evitar avergonzarla/o o culparla/o para que pueda contar con sinceridad lo que le pasó.
  • Evitar interrogarla/o.
  • Acompañarla/o con afecto con el objetivo de protegerla/o.
  • Comprender que la niña, niño o adolescente estaba siendo amenazada/o y tuvo que responder a los mensajes para proteger su privacidad.

Con los datos intercambiados entre la persona acosadora y la niña, el niño o el adolescente:

  •  Reunir toda la información y hacer la denuncia en la fiscalía más cercana.
  • No borrar contenido de la computadora o teléfono celular.
  • Guardar las conversaciones, las imágenes y los videos que la persona acosadora y la víctima se enviaron porque sirven de prueba. Se recomienda hacer capturas de pantalla y guardarlas en formato digital o impreso.
  • Descargar las fotos o cualquier otro material enviado por la persona acosadora para facilitar la identificación de datos útiles en la investigación. Por ejemplo: marca de la cámara, modelo y número de serie, fecha y hora en la que se tomó la foto o el video, la computadora y programas usados.
  • Revisar la computadora o teléfono celular usada por la víctima, cambiar las claves de acceso y controlar que no tenga un software malicioso (malware).
  • Cambiar las claves de acceso a las redes sociales.
  • Limitar la lista de contactos y configurar la privacidad en las redes sociales. Hablar con la niña, el niño o el adolescente sobre la importancia de incluir en la lista de contactos solo personas conocidas.

Con la persona acosadora:

  •  No denunciarla en la red social o plataforma web. Si se la denuncia, el administrador del sitio web puede bloquear a la persona acosadora como usuario. Y si la persona acosadora es bloqueada, se pierde la información para hacer la investigación y puede crear un nuevo perfil y seguir acosando a otras niñas, niños y adolescentes.
  • No amenazar ni enfrentar a la persona acosadora. Eso solo la alejará de la víctima y será más difícil localizarla.

¿Cómo denunciar un caso de grooming?

En la provincia de Buenos Aires se puede denunciar el grooming en la comisaría más cercana a tu domicilio. También podrás efectuar la denuncia en una fiscalía de turno o en una fiscalía referente.

A su vez, si necesitas ayuda o asesoramiento podés comunicarte con las siguientes dependencias:

infocielo

twits a: @dinoderadio

Creado por Julio Torreguitart