Comunicado del Partido Justicialista frente al ocultamiento de los bustos de Juan y Eva Perón.

 Sabíamos de la presencia en nuestra ciudad de Lali Esposito y otros artistas. Celebramos ello porque creemos en el arte como campo del alma en todas sus variadas expresiones.

Lo que no sabíamos y lejos estábamos de imaginar era que también se haría presente la desdeñosa Anastasia.

El sitio elegido para montar el show popular fue el ideal: La Plaza Eva Perón, justo frente al Barrio Obrero, ese cuyas viviendas poseen techos de teja y pisos parque, si, el de maderas ensambladas, igual al de las mansiones de la clase acomodada. Hasta aquí todo bien.

Hasta aquí

Provoco dolor llegar y notar que los bustos de Juan Domingo Perón y Eva Duarte de Perón habían sido grotescamente ocultados bajo una estructura en la cual se podía leer en grandes letras de molde la palabra “AcercArte”.

“Acercarnos” entendemos por ello el ponernos cerca. Resulta difícil comprender el ocultamiento de los bustos mencionados.

Quizá pueda resultar una cuestión menor si la comparamos con otras de mayor importancia, por caso las proscripciones sufridas en el pasado. Claro que se vuelve relevante en el contexto de un ciclo democrático que lleva 34 años – el más extenso de nuestra historia sin irrupciones militares – aunque quizá debamos reconocer que estamos incursionando un periodo democrático con cierto viso autócrata en el cual la censura, tal como sucediera entre los antiguos romanos, cobra carácter de “oficio”

Es saludable recordar que la democracia es, antes que nada, la forma de gobierno que debe garantizar la legalidad, afirmando la base de la aprobación al otro sin caer jamás en la negación que significa intentar un falso juicio a través de la censura estratégica.

No sabemos quién dio la orden de ocultar a Perón, a Eva y a toda referencia a los mismos. Por supuesto que tan triste hecho nos provoca dolor aunque es útil para afirmar un sentimiento irrenunciable, dado que respira profundamente en nuestros corazones aquello que algunos intentan ocultar con sus mentes.

Casi lo olvidamos: Anastasia es el nombre propio burlesco que el pueblo le atribuye a la censura gubernativa.

PARTIDO JUSTICIALISTA DE CORONEL PRINGLES